miércoles, 11 de noviembre de 2015

Violencia Infantil


Las palabras o los actos de los padres pueden suponer una agresión para los niños. Ya sea un insulto o un azote, la violencia sobre los niños es un problema sobre el que debemos recapacitar puesto que puede afectar a su desarrollo y autoestima.

Los niños son capaces de poner al límite nuestra paciencia, por eso en ocasiones es fácil perder los nervios y dar un grito del que nos arrepentiremos, pero el maltrato supone un abuso continuado y lleva al niño a perder la confianza en sí mismo y caer en la depresión, por eso debemos estar siempre atentos a las señales de maltrato.





Unos 18.000 casos de maltrato infantil se han presentado entre enero y agosto de este año, según el ICBF. En el 2012, solo en Bogotá se presentaron más de 5.000 denuncias de violencia contra niños. 


Las cifras muestran el saldo preocupante para la niñez colombiana. Los niños, niñas y adolescentes siguen siendo las principales víctimas del castigo físico y de la violencia sexual. Los golpes siguen presentes en los hogares de la capital y se convierten en la principal forma en la que los padres reprenden a sus hijos. Según la Encuesta Nacional de Salud, en Bogotá 7 de cada 10 madres usan los golpes como método de corrección, mientras que 5 de cada 10 padres recurren a esta práctica.


Durante más de 10 años como periodista y ahora como Concejal de Bogotá he liderado una campaña de responsabilidad social llamada. “No más golpes, corrígeme sin pegarme”, con la que se busca crear conciencia en los adultos que los golpes no son la manera de educar ni castigar a nuestros infantes. La violencia solo genera violencia y esto no es una frase de cajón, los estudios lo demuestran. 

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